Su madre de 28 años y con otros cinco hijos, se encontraba clínicamente muerta desde el pasado 26 de agosto debido a un tumor en el cerebro, pero conectada a máquinas para que su embarazo siguiera adelante.
A las 28 semanas de gestación y debido a las malas condiciones de su madre, los médicos decidieron realizar una cesárea. Tras la operación, la madre fue desconectada de los aparatos que la mantenían con vida y luego de 6 horas previstas por la ley fue declarada oficialmente muerta.
La pequeña fue trasladada a una cuna térmica de terapia intensiva, donde permanecerá de dos a tres meses.
"Decidimos que era hora de dar a luz a la criatura, porque los riesgos que corría dejando en el útero eran mayores que los que habría corrido al nacer", explicó la profesora Tullia Todros, directora del departamento de obstetricia y neonatología del hospital
"La niña - está bien, estable, tuvo una rápida cesárea que duró unos 10 minutos. Es pequeña, pero animada; ella gritó cuando nació", añadió Todros.