Estudiantes de la Universidad de Texas en Austin (UT) protestaron contra el porte de armas en los campus universitarios de ese estado de una manera que llamó mucho la atención: repartiendo dildos a los presentes.
Cientos de estudiantes repartieron alrededor de 4,500 de estos juguetes sexuales en varios puntos del campus universitario más grande de Texas para protestar contra una ley conocida en inglés como campus carry, la cual permite llevar pistolas a los salones de clase y en gran parte de las instalaciones universitarias.
Los organizadores sostienen que la idea de los dildos fue una manera de protestar contra la ley, que consideran “absurda”.
La nueva ley entró en efecto el 1 de agosto, y es una versión adaptada de una ley más integral que abarca todo el estado de Texas, donde personas con permiso para cargar armas pueden hacerlo en público al mismo estilo del “viejo oeste”.
Las clases en UT comenzaron esta semana.
El campus carry se aplica en todas las universidades públicas de Texas, incluyendo en San Antonio, Houston y Dallas.
Cada universidad se toma la libertad de adaptar ciertas normas de la ley a sus campus universitarios. En el caso del sistema de universidades de UT, que además tiene campus en San Antonio y Dallas, además de Brownsville, Harlingen y McAllen, cerca de la frontera con México, hay excepciones de instalaciones donde alumnos o staff no pueden traer sus pistolas a lugares como los dormitorios universitarios, las bibliotecas, las cafeterías, instalaciones deportivas o salones donde se ofrezcan servicios a niños.
“La presencia de un estudiante cargando un arma al salón de clase inhibirá la discusión, y asustará a muchos, negándoles su educación universitaria completa”, sostuvo Carmen Tafolla, profesora del Departamento de Educación y Desarrollo Humano de la Universidad de Texas en San Antonio.
“Cuando uno considera las posibles consecuencias, quizá trágicas, esta ley es una tontería”, agregó.
La nueva ley tiene apoyo del Congreso texano, dominado por el ala ultraconservadora del Partido Republicano, pero entre gran parte de los profesores y alumnos del sistema de universidades de Texas existe preocupación por la implementación de la ley.
Una encuesta llevada a cabo en UT-San Antonio concluyó que 8 de cada 10 profesores estaban en contra de permitir las pistolas dentro de sus clases. Un total de 756 profesores de UT-San Antonio respondieron a la encuesta.
Dos tercios de los profesores también predijeron que la ley afectará negativamente su habilidad de enseñar, sostuvo el reporte.
Un juez del condado de Travis, donde está UT-Austin, negó una moción contra la implementación del campus carry que solicitaron tres profesores de UT-Austin.
“No quiero sentirme en peligro de ir a clases, especialmente por la manera en que la violencia de pistolas apunta a las minorías, a la gente de color y a las mujeres”, dijo al San Antonio Express News Gabryella Desporte, una alumna de Estudios Latinoamericanos de UT-Austin.
“No me quiero poner en este tipo de desventaja, así que pensé que ésta era la oportunidad perfecta de protestar y pasar la voz”, agregó.