LOS ANGELES.- La NASA comenzará un esfuerzo muy poco prometedor para tratar de escuchar signos de vida de su robot Phoenix, que se cree podría estar totalmente congelado cerca del polo norte de Marte, después de pasar cinco meses excavando en la tierra y en el hielo del planeta rojo.
"No creemos que el Phoenix haya sobrevivido el invierno (marciano), pero definitivamente queremos echar un ojo", dijo Chad Edwards, ingeniero en jefe de telecomunicaciones del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.
El plan de tres días de duración requiere que la nave espacial Odyssey realice desplazamientos regulares sobre el sitio donde aterrizó el Phoenix y trate de escuchar un sonido.
Si el robot de exploración alimentado con luz solar no responde, como se espera, la NASA hará un nuevo llamado el próximo mes, cuando el Sol esté más alto sobre la superficie marciana.
Phoenix aterrizó en mayo de 2008 y pasó cinco meses excavando trincheras y realizando experimentos científicos en las planicies del ártico marciano.
Confirmó la presencia de hielo y se convirtió en la primera nave espacial en tocar y demostrar la existencia de agua en otro planeta.
La última vez que se comunicó con la Tierra fue en noviembre de 2008, cuando la luz del Sol disminuyó junto con la temperatura.
La nave no está diseñada para soportar los duros inviernos marcianos, en los que la temperatura llega a menos 90 grados Celsius, mucho más frío que las temperaturas más bajas de las que se tenga recuento en la Tierra.
Como las estaciones duran el doble en Marte que en la Tierra, los científicos esperaron hasta que la primavera marciana estaba a punto de comenzar en el hemisferio norte del planeta para revisar a Phoenix, que quedó cubierto de una escarcha de dióxido de carbono.
Ante la remota posibilidad de que la nave de exploración logre despertar, se programó un modo ``Lázaro'' para que de señales de vida.